NOTA:
Sucinto comentario de la presentación del libro “Una valija del Titanic”, evento acontecido en el Valle de Calamuchita, el 24 de enero de 2022, un lunes en plenas vacaciones.
El lugar, la finca y bodega de la familia Furfaro, sita en el km, 62,5 de la ruta nacional 5 y a 1,2 km tierra adentro. Arribamos con antelación y en ese instante, un corte de luz amenazaba con crear dificultades: luces, audio, baños, wifi, etc., nada funcionaba, pero el dueño, Hugo, ni se inmutó, era puro optimismo, e iba saludando como elegante anfitrión a los recién llegados…
El cielo era realmente un espectáculo: la nubes pugnaban por prevalecer e imponerse en el horizonte y en la bóveda celeste. Abigarradas, grises, cremosas, plomizas, azabache, algodonosas, en fin, una variedad de colores increíble en la paleta de las dos cadenas montañosas, las Sierras Grandes y Sierras Chicas, que permanecían ligeramente cubiertas.
El dueño de la finca había dispuesto un salón cubierto para la presentación. La concurrencia llegaba a casi treinta y su nivel de atención era alto. Previstos para las 19:30 hs, los discursos empezaron casi a las 20:00 hs. Disertaron primero el prolífico escritor Gustavo Robert, oficial retirado de nuestra Infantería de Marina, con una interesante perspectiva acerca del oficio de escritor, luego el doctor Gonzalo Paz, prominente académico en EE. UU., que nos hace recordar a Sarmiento por su fecunda ilustración, en tercer lugar, el director del Museo del Carruaje Pablo Rapisarda y reconocido fundador de ese complejo cultural, y por último mi hermano Ronnie, amigo y camarada, ante todo, cómplice de tantas experiencias de vida. Cada uno, a su manera, se refirió al libro como a quien lo escribió. Y lo hizo naturalmente.
Las palabras de todos fueron profundamente emocionantes. El libro y su autor quedaron ensalzados con la mejor de las imágenes. La noche empezaba a caer mientras el autor firmaba dedicatorias en los libros que habían adquirido los presentes.
Entre tanto, la gente observaba el avance de las sombras sobre el predio, un lugar muy bello con los viñedos del fondo hacia el lago Los Molinos, en la cocina Carolina, mi sobrina, se esmeraba en preparar las tablas con picadas, embutidos, escabeches, empanadas, y otros entremeses. Y Hugo Furfaro, ofrecía degustar sus vinos uno más delicioso que otro, activo ante los más mínimos detalles. Las conversaciones se aquietaban, era hora de regresar, pero en todo momento se mantuvo vivo el interés por el tema central de esa saga familiar, Edgardo y su valija.
Y allí, quedaron en la quietud de la noche, las palabras que tanto me conmovieron, que no voy a repetir aquí pues dejo que lo elabore la imaginación en cada uno de ustedes que en cierta manera me conocen.
Intenso también fue el nutrido volumen de saludos, felicitaciones, de aliento y de todo lo que necesita y da valor un escritor. Gracias.
Enrique Dick
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EL AUTOR CON ALEJANDRA, SU COMPAÑÍA EN TODOS LOS EVENTOS
IRIS VIVAS, Y SU ENTUSIASMADA PRESENCIA EN EL EVENTO
HUGO FURFARO, EL AUTOR, SU MUJER Y COLABORADORES EN L A FINCA
VISTA AL OESTE, LAS SIERRAS GRANDES Y LOS VIÑEDOS
LOS ORADORES, DE DERECHA A IZQUIERDA, GUSTAVO ROBERT, RONNIE DICK, EL AUTOR, GONZALO PAZ Y PABLO RAPISARDA
GABY DICK, MARIANNE, ALFREDITO "TOTO" Y MARÍA DICK
CAE LA NOCHE, LLEGAN LOS ENTREMESES, LAS EMPANADAS Y LOS EXCELENTES VINOS DE LA BODEGA, JUNTO A LA CHARLA AMENA
CAROLINA RAPISARDA, ALMA MATER, ESPÍRITU ALEGRE, ACTIVA COLABORADORA, CURIOSA Y EFICIENTE, NOS SONRÍE...
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